12 jun 2009

Nuevos proyectos

Después del último viaje a tierras cusqueñas, no hemos dejado de trabajar allí ni un sólo día.

Gracias a la gente de la Associació, Celso (en la foto), Cris, Miluska y Elio, la crianza de cuis (cobayas, conejos de índias) no ha parado de crecer.

Estos cuatro elementos, tres hombres y una mujer, con un corazón como la pirámide de Keops, caminan aquellas lomas infinitas en busca de comunidades a las que ayudar.

Así se han acercado a varias de ellas, como Huaccaytaqui, Pallapacala, Culli o Arawara, ¡el que diga los cuatro nombres de carrerilla con un polvorón en la boca es de premio Nobel!

Por ejemplo en Huaccaytaqui viven unas 20 familias, con casi cien niños en total..., que comer no comen bien, pero... en fin.

La foto de la izquierda corresponde justamente a una de las casas de la comunidad de Culli. Hay más, pero creo que con esta sola es suficiente para entender la situación. Lo que se ve es todo lo que hay, la casa consta de una única estancia en la que viven los padres, la prole, los animales (si los hay), el hambre, la miseria, el frío, la suciedad, y donde, a pesar de todo eso, todavía tienen ganas de hacer más hijos.

¡Qué daño nos ha hecho la televisión a los occidentales !

Como veréis en la mayoría de las fotos, las granjas de cuis las llevan las mujeres, como el peso real del día a día. Muchos de los hombres (los que no han caído víctimas del alcoholismo) trabajan en granjas lejanas, en la selva, o se buscan la vida en la capital.

También son ellas las que acuden a la capacitación, las que se interesan por los talleres de higiene, las que alimentan y crían a los hijos, las que los tienen, las que en muchos de los casos no tienen más remedio que tenerlos... no es fácil ser mujer.
Aunque siempre que sale una cámara a relucir, los pocos hombres que estaban ocultos aparecen para posar, je je je.

Así que a pesar de hacer días que no voy por allí, sí que los miembros de la Associació seguimos trabajando a tope para mitigar un poco, en lo que nuestras fuerzas nos dejen, la espantosa situación en que viven por aquellas tierras.

Saludos,

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